Durante años, se ha considerado que morderse las uñas es un indicador de ansiedad y nerviosismo; y que las personas que practican este hábito liberan todo su estrés de esta manera. Sin embargo, un estudio reciente publicado en el Diario de Terapia de Comportamiento y Psiquiatría Experimental ha dado otra perspectiva.
El estudio analizó las respuestas de 48 participantes con hábitos repetitivos (como morderse las uñas) para determinar su comportamiento organización y regulación emocional. Finalmente se llegó a la conclusión de que las personas que practican este hábito, no necesariamente es porque sean ansiosas, sino perfeccionistas.
En palabras del Dr. Kieron O’Connor, autor del estudio: “Creemos que individuos con estos comportamientos repetitivos pueden ser perfeccionistas, significaría que son incapaces de relajarse y realizar sus tareas a un paso normal. Ellos son, por tanto, propensos a la frustración, la impaciencia e insatisfacción cuando no logran alcanzar sus objetivos. El morder las uñas y otros comportamientos repetitivos similares es solo una forma de liberar esa energía reprimida”.